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Los Dragones de Cuera

Cuando se habla del “Far West” en nuestra mente se reproducen las figuras de aquellos vaqueros, bandidos, buscadores de oro, cazarrecompensas, soldados y sheriffs siempre a la gresca con las tribus indias. Individuos polvorientos, sucios y empapados de sudor a los que nunca les faltaba un buen vaso de Whisky, y que tantas veces hemos vistos en el cine pululando por las grandes llanuras y el oeste norteamericano de la mano de John Wayne, Lee Van Cleef, Elich Wallach o Clint Eastwood, entre otros. Pero siglos antes de que esta heterogénea fauna dominara aquellas tierras, unos reducidos grupos de jinetes de origen español y aspecto de caballeros medievales surcaban esas mismas tierras, eran los Dragones de Cuera.

Dragón de Cuera rn una ilustración del libro Banderas lejanas.
Dragón de Cuera en una ilustración del libro Banderas lejanas.

A fines del siglo XVI el Virreinato de Nueva España diseñó una red defensiva al más puro estilo de los limes romanos para proteger las tierras mexicanas de las incursiones indias procedentes de los hoy Estados Unidos de América. Para lograr este objetivo se construyeron una serie de fortificaciones equidistantes unas de otras, en la frontera norte del Virreinato, que además de evitar las razzias indias servían de apoyo a los destacamentos militares, al poblamiento de la zona y dotaban de protección a las tribus aliadas, a las haciendas y misiones que se encontraran cerca de estos de cada fuerte. También sirvieron de base para la construcción de asentamientos civiles cuando estos fortines eran abandonados por la soldadesca con la paulatina extensión hacia el norte de los dominios hispanos y la creación de otros nuevos. Estos pequeñas fortalezas fueron conocidas como Presidios, y solían ser de reducidas dimensiones, con forma rectangular y construidos en piedra o adobe.

Virreinato de Nueva España
Territorios del Imperio Español en América del Norte y central, pertenecientes al Virreinato de Nueva España.

Cada presidio contaba con una dotación de apenas medio centenar de hombre denominados “soldados de presidios”, soldados voluntarios que fueron adaptándose a las tácticas guerreras de las tribus nómadas norteamericanas convirtiéndose en verdaderos soldados de élites, naciendo de esta forma los Dragones de Cuera. Los dragones fueron un cuerpo de caballería muy común en los ejércitos europeos de la época, con preparación para combatir a caballo o como infantería, pero estos dragones hispanos se diferenciaban notablemente en indumentarias y pertrechos a la norma habitual de estos soldados en Europa, pues éstas se adaptaban al medio y al estilo de lucha indígena.

Presidio de Frontera de Tubac (Arizona).
Presidio de Frontera de San Ignacio de Túbac (Arizona).

El uniforme de estos jinetes consistía en chupa, calzones y capa azul, bandolera, sombrero de ala negro, y la cuera. La cuera era un elemento de protección que sustituyó a la coraza y del que toman el nombre estos soldados. Consistía en un abrigo sin mangas constituidos por varias de capa de piel o cuero, al estilo de las protecciones aztecas de algodón y muy resistente a las flechas indias. Respecto al armamento, cada soldado portaba una espada ancha, lanza, adarga o rodela (escudo pequeño), escopeta y un juego de pistolas. Sobre este punto se suele destacar lo anacronismo del armamento, sobre todo en lo referente al uso de espada, lanza y escudo más propio de la caballería de otras épocas pero muy eficaz en los enfrentamientos cuerpo a cuerpo con los indios. El equipo del soldado de cuera se completaba de seis caballos, un potro y una mula.

Dragón de Cuera
Dragón de Cuera

El componente humano que formaba parte de los Dragones de Cuera era en su mayoría de origen criollo y europeo, no faltando los mestizos y mulatos, además estaban apoyados por auxiliares indígenas.

Este tipo de unidades no se vieron envueltas en grandes batallas en las que se mueven un gran número de tropas, pues generalmente no pasaban de doscientos hombre en acciones conjuntas, pues consideraban que más hombres restaba eficacia a la hora de operar. Se enfrentaron principalmente a los apaches, sioux, comanches y otras tribus, aunque también combatieron contra franceses, ingleses, rusos, norteamericanos e insurgentes mejicanos. Por último hay que añadir que sirvieron de inspiración a los regimientos de caballería estadounidenses que en la segunda mitad del siglo XIX combatieron en las Guerras Indias.

Miniatura de 90 cm de un Dragón de Cuera de 1790 (http://jesusgamarra.blogspot.com.es/)
Miniatura de 90 cm de un Dragón de Cuera de 1790 (http://jesusgamarra.blogspot.com.es)